Practico yoga para ser y estar presente. Para habitar mi cuerpo, observar mi mente y contemplar mi espíritu. Para honrar el ciclo de transformación continua, mío y de otros.
A través de la práctica de yoga me he permitido confiar en la perfección del proceso, sin apego a los resultados, dejándome guiar por quienes he decidido sean mis maestros.
En la búsqueda de la coherencia en cada actividad que realizo, decidí certificarme como instructora de yoga y meditación para encarnar la dedicación en el acompañamiento del camino del otro.



