Me certifiqué como instructora de yoga, realizando 200 horas en Casa Vrinda, en Caracas, luego de ser practicamente durante mucho años en diversas escuelas de la ciudad. Esta experiencia me ha hecho amar al yoga en toda su dimensión, como ejercicio para el cuerpo, la mente y el espíritu. Me interesa mucho especializarme en yoga para mujeres y para embarazadas, porque creo que esta práctica puede ayudarnos mucho a reconciliarnos con nuestro cuerpo, que por tanto tiempo ha sido un territorio en disputa con la sociedad y con nosotras mismas.